Vivimos en un mundo que se mueve rápido. Cada día parece que hay más cosas que hacer, más decisiones que tomar. En medio de este movimiento la mente se agita, se acelera y se llena de pensamientos.
A veces, sin darnos cuenta, entramos en un estado de inquietud o ansiedad que nos roba energía y claridad.
El Yoga nos recuerda algo muy sencillo pero profundamente transformador: Podemos parar, podemos respirar, sentir el cuerpo y volver al presente. Aprender a convivir con los pensamientos de otra manera. Desde un espacio más tranquilo y consciente.
Varios puntos a tener en cuenta respecto a la ansiedad y cómo lo enfocamos en Yoga son:
– Comprender la ansiedad desde una mirada amable: La ansiedad no es nuestro enemigo. Es una reacción natural del cuerpo cuando se siente sobrepasado o inseguro. En lugar de luchar contra ella, el Yoga nos invita a escucharla con amabilidad. Cuando aparece la ansiedad, intenta recordarnos a menudo, que necesitamos un descanso. Cuando practicamos Yoga aprendemos a reconocer esas señales. Aprendemos a a leer el lenguaje del cuerpo y a través de la respiración y la práctica vamos poco a poco soltando.
– El Yoga ayuda a calmar la mente: El Yoga actúa a nivel físico, mental y emocional. Sus efectos sobre la ansiedad están muy estudiados.
– A través de la respiración consciente (pranayama): el sistema nervioso se regula. Respiramos por la nariz inhalación y exhalación también, de una manera profunda y lenta. Llevamos nuestro cuerpo a la calma.
– Las posturas que realizamos (asanas): liberan tensiones acumuladas y devuelven equilibrio al cuerpo. Cuando el cuerpo se relaja , la mente también.
– La concentración y la presencia: nos ayudan a salir del piloto automático en el que vivimos. No hay pasado ni futuro. Vivimos el aquí y ahora en la esterilla .
– La meditación: parte fundamental del Yoga nos enseña a observar los pensamientos sin engancharnos en ellos. Con el tiempo la mente se vuelve más clara y estable.
Es importante tener claro que el Yoga transforma la ansiedad en equilibrio y conciencia. Y se traduce en beneficios para las personas que viven con ansiedad:
* La respiración se vuelve más amplia y natural.
* El cuerpo se siente más suelto y ligero.
* Mejora el descanso y la calidad del sueño.
* Disminuye la sensación de agobio o sobrecarga mental.
* Aparece una mayor sensación de seguridad y confianza interior.
* Se cultiva una relación contigo mismo/a más compasiva.
El Yoga nos enseña algo que va más allá de la práctica física. Nos recuerda que la calma ya existe en nuestro interior, solo que se disfraza con el ruido o las prisas y no la reconocemos.
Cuando respiramos con conciencia, el cuerpo se siente seguro y la mente encuentra su lugar.
El Yoga nos ayuda a confiar en que todo cambia, aceptar lo que sentimos y darnos permiso para soltar.
Volver al presente a un estado de equilibrio más profundo.
El Yoga nos da herramientas para aprender a vivir con serenidad. Aprender a respirar cuando algo nos incomoda, a soltar cuando queremos controlar y a confiar en que todo pasa.
Poco a poco nuestra práctica se traslada fuera de la esterilla a nuestra vida cotidiana.
Como profesora de Yoga y meditación he visto a lo largo de los años, cómo la práctica, ayuda a mis alumnos/as y también a mí a transformar momentos complicados en espacios de calma y claridad.
El Yoga no es solo movimiento. Es una forma de escucharte, cuidarte y volver a ti.
Si te apetece explorar estas prácticas en un entorno acogedor te invito a venir a nuestras clases.
Te dejo un video de nuestro canal de Youtube para que compruebes los beneficios del Yoga.
¡Ánimo y Feliz práctica!
Por Vanessa Martín Ardanaz.
Si quieres participar en alguna de las actividades citadas o deseas conocernos asistiendo a una clase, te esperamos en el Centro de Yoga PADMASANA | Yoga Pamplona | Yoga Berriozar | Yoga Navarra